El espacio de Alba Llanes
  Columna y baluarte de la verdad (1 Timoteo 3:15).
 

Columna y baluarte de la verdad
(1 Timoteo 3:15)

 

 

para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

 

Cuatro interpretaciones se han realizado con respecto a este versículo. En su “Comentario de la Biblia”, Adam Clarke, teólogo metodista inglés del siglo XVIII, las enumera. En esta exposición se irán añadiendo observaciones personales:

Primera interpretación: algunos han sostenido que “columna y baluarte de la verdad” se refiere a Timoteo, ya que él había sido puesto en Éfeso para defender y sostener la verdad del Evangelio. El apóstol Pablo se estaría refiriendo a él con esa frase, de la misma manera que Pedro, Jacobo y Juan fueron llamados “columnas” de la iglesia (Ver Gálatas 2:9). Hasta aquí lo que explica Clarke acerca de esta variante interpretativa. De acuerdo con ella, la frase “columna y baluarte de la verdad” tendría que ser tomada como una especie de invocación a Timoteo, en la que las palabras columna y baluarte estaría en caso vocativo[1]. Habría que traducir el versículo de la siguiente manera: “para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, ¡Oh, columna y baluarte de la verdad!”.

Segunda interpretación: prosigue Clarke explicando que esta es sostenida por aquellos que piensan que la “columna y baluarte de la verdad” es Dios mismo. Ellos traducen así: “… en la casa de Dios, la cual es la Iglesia del Dios viviente, quien es columna y baluarte de la verdad”. Nuestra observación, con respecto a esta interpretación, es la siguiente: la construcción “columna y baluarte de la verdad” es convertida, por obra y gracia de la adición de “quien es” (en griego sería ”os esti” - “hos esti”, y no aparece en el original) en una proposición subordinada sustantiva con función de aposición. Si bien es cierto que, primariamente, “columna y baluarte de la verdad” es realmente una aposición, la dificultad más importante para aceptar esta interpretación se origina en otro aspecto gramatical: el modificador indirecto “del Dios viviente”, está en genitivo, que es el caso griego que cumple, entre otras, este tipo de función sintáctica dentro de la oración. Es más, se recalca que “viviente”, está en genitivo, puesto que es un modificador directo de la palabra “Dios”. Ambos tienen que compartir el mismo caso, género y número. Sin embargo, las palabras “columna” y “baluarte” están en Nominativo (o, de acuerdo con la interpretación anterior, en Vocativo). No concuerdan en caso con el núcleo “Dios” de la construcción analizada.

Tercera interpretación: es la que ha sido expuesta en epígrafe citado al principio. De acuerdo con ella, “columna y baluarte de la verdad” está relacionada con el “misterio de la piedad” que aparece después. Clarke señala que el sentido es bueno, pero que el arreglo de las palabras, o sea, la organización sintáctica de los vocablos en la oración, no apoyan esta interpretación. Vamos a analizar qué ocurre cuando se sustenta esta postura: la construcción sintáctica que surge de esta interpretación, coloca el punto después de “iglesia del Dios viviente”, haciendo terminar así la idea que se viene tratando, en este lugar del discurso. La posibilidad de esta modificación surge, primariamente, de la ausencia de signos de puntuación en el texto griego original. Es cierto que, desde el punto de vista de los “casos”, las tres palabras –columna, baluarte y misterio- concuerdan. De acuerdo con esta postura interpretativa, entonces, “columna y baluarte de la verdad” sería una aposición colocada antes del núcleo nominal del cual depende, o sea, de la palabra “misterio”. El problema de esta interpretación (que también ha marcado alguna que otra traducción) estriba en que el núcleo nominal atribuido a esta aposición está muy alejado y, sobre todo, colocado mucho después de la construcción, de modo que, en una lectura donde haya una ausencia de signos de puntuación, el sentido se perdería. La palabra que gravita permanentemente como verdadero núcleo de la que esa aposición depende en “iglesia”, que está en sus proximidades dentro de la oración. Esto nos lleva a la cuarta interpretación, pero antes, es bueno observar que, de todas las traducciones cotejadas (en español, portugués, italiano, francés, rumano, alemán y griego koiné y moderno), sólo una sostiene esta interpretación. Se trata del Nuevo Testamento de James Murdock, traducido directamente de la Versión Siríaca Peshita[2], y que vio la luz en 1851. En esa traducción leemos:


“but if I should delay, that thou mayest know how thou oughtest to conduct thyself in the house of God, which is the church of the living God. The pillar and the foundation of the truth, and truly great, is this mystery of righteousness, which was revealed in the flesh, and justified in the spirit, and seen by angels, and proclaimed among the Gentiles, and believed on in the world, and received up into glory”.

 

Cuarta interpretación: es la más aceptada y generalizada. Es la que podemos leer en casi la totalidad de las traducciones que circulan actualmente en los más variados idiomas, y es sostenida por la mayor parte de los comentaristas, entre los que se destaca A. T. Robertson, el más importante erudito en griego del NT, del siglo XX. Surge naturalmente de la manera en que están ordenadas sintácticamente las palabras en el texto. Inclusive, una versión parafraseada como es la Biblia en Lenguaje Sencillo, aunque realiza algunos cambios sintácticos, en el español, igualmente conserva el sentido original del cual estamos hablando: “por si acaso no llego a tiempo. Así sabrás cómo debemos comportarnos los que pertenecemos a la iglesia, que es la familia del Dios vivo. La iglesia sostiene y defiende la verdad.”

La Iglesia es columna y baluarte de la verdad. Esto no significa que ella determine e imponga unilateralmente lo que es la verdad, o que posea un magisterio infalible acerca de lo que es la verdad. El magisterio de la verdad es potestad y prerrogativa del Espíritu Santo, “el Espíritu de verdad, que nos guía a toda verdad”, el cual, como tercera persona de la Trinidad, es infalible. El Espíritu Santo opera a través de la Iglesia. La función de esta, con respecto a la verdad, es de carácter instrumental. Toda vez que la iglesia sostiene la verdad que está revelada en la Sola Scriptura, ella se convierte en una columna, un pilar, un sostén de la verdad de Dios.



Notas bibliográficas.

 

[1] En el griego, el Nominativo (caso que señala al núcleo del sujeto o a núcleos sustantivos en otras construcciones) y el Vocativo (caso usado para invocar a alguien, para llamarlo) tienen, con una excepción, las mismas terminaciones o desinencias.

[2] Es una traducción del griego a una de las variantes del idioma arameo, el siríaco, que apareció alrededor del siglo IV.



Alba Llanes. Trabajo de investigación para Epístolas Pastorales, material didáctico de EDISUB (Estudios Dirigidos de Superación Bíblica), Asambleas de Dios, Cuba. 2007.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 
 
 
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